jueves, 31 de julio de 2014

Masacre al alba.


Llueven ráfagas de luz: amanecer.
Sangran los frágiles haces de luz;
manto de sangre cubre el día: muertes.

Un misil de ambición golpea
a la tierra que lo vio nacer:
sangre derramada en la pequeña aldea.

martes, 22 de julio de 2014

Una de amor...

Sufrí sin amor
como un perro
al que su amo amordaza
y le da paliza tras paliza.

Y ahora con amor
soy ese mismo perro,
pero amarrado levemente
y con opio relajado.

domingo, 20 de julio de 2014

Recuerdo efímero.



Débil escalofrió me recorre,
en la distancia , un carro alado
llama a mi alma , suena lejano;
intento que un sueño no te borre.


jueves, 17 de julio de 2014

Literatura al amanecer.


Tengo escondidos en el fondo de mi cajón
miles de sueños coloreados de ilusión.

Amanece y mi espíritu quiere hablar;
doy rienda suelta, ¿ qué nos cabe esperar?.

Nacen tragedias,de las griegas 
y comedias, pero ciegas.
Un pájaro abre sus ojos y pía ,
está alegre de ver la luz de un nuevo día.

lunes, 14 de julio de 2014

Reflexión.

Desde tiempos remotos hemos sido manipulados, subyugados y asesinados por las ambiciones de "hombres de poder", que sólo pensaban en su persona. Esto ha provocado tantas guerras como estrellas hay en el cielo y tantas muertes que los mares ya no son azules.

Hoy en día el depredador ya no está a la vista, como lo estuvo Adolf Hitler en su tiempo (no hace mucho); hoy no sabemos a qué atacar para eliminar ese peligro que nos acecha.

Capitalismo es la respuesta al nombre de esa bestia que extermina al planeta y a sus componentes. Fijaos, hemos conseguido derretir los polos a base de calentamiento global y  efecto invernadero y no se nos ocurre otra cosa que explotar los terrenos devastados para seguir consumiendo el planeta.

Para finalizar os haré una pregunta que me hizo un viejo árbol: "¿ Os merece la pena seres temporales?".

Recuerdos húmedos.





Las frescas olas de tu mirada
bañan mi alma encarcelada.
La luna nos cubre con su manto,
humedece nuestros cuerpos a su tacto.

Nos besamos,
la tenue llama es ferviente hoguera;
quema nuestros cuerpos desnudos.

Empieza la tormenta,
desaparecen las estrellas.
Tensión por tu cuerpo,
amor por tu ser.

Me miras enamorada,
te respondo embobado.
Respiras a mi lado.


sábado, 12 de julio de 2014

Noche 1





Él miraba las frías sábanas, ella la luminosa lámpara que doraba sus cuerpos.Una mirada milimétrica dio el pistoletazo de salida al amor.


Primero, leves besos que bañaban la danza de esos cuerpos. Subía la temperatura. Roces carnales; cada vez menos y menos ropa cubría sus cuerpos. Miradas, besos, morbo, masturbación. Subía la temperatura. Mordiscos, besos y provocaciones.

La pasión estalló, él la cogió y , repentinamente, abrió de par en par sus nalgas : Monte de Venus. Ya nada podía pararles, ella pedía más, él quería más.

viernes, 11 de julio de 2014


En la calurosa noche de Julio, las farolas de las calles de aquel lugar desolado por la presencia humana bailaban al son de una canción de ultratumba. Repentinamente la luna echó a reír y los cabellos de aquel chico desorientado temblaron como si de un fresco viento de invierno se tratase.


Ese chico de cabellos largos, mirada aterrada y perdida, parecía mecerse sobre una fina brisa inexistente. Comenzó a zarandearse más rápidamente, casi parecía que estaba corriendo, pero era un mero teatro de borracho en medio de una calle repleta de piedras. Parecía huir de un humanoide. El chico, de repente, cayó al suelo y la figura lo atrapó.

Lo último que supieron de él sus amigos más cercanos fue una nota que encontraron en aquella calle oscura, en la cual ponía:

-“Eso posee unos cabellos pardos tan largos o más que los que aún poseo, destroza todo a su paso y parece tener un arma de mano que no consigo divisar…Parece una especie de cepillo. Llevo toda la noche fuera de casa y no espero aguantar mucho más de pié. ¡Tiene forma humana¡”-.

(Efectivamente, ese monstruo parecido a un humanoide era la madre de aquel pobre chaval, que tras aquella noche no volvió a probar lo que es para un ser humano la luz del día en su rostro acariciar) 

jueves, 10 de julio de 2014


Sonríe maléfica la tarde
y me hace pensar,
tantas historias asesinadas
por la misma humanidad,
como pájaros en un nido
que buscan al pequeños matar
para que los buenos de sus padres
no lo tengan que alimentar.

El pájaro asesinado 
no soñaba con nada más
que con un pequeño nido
donde poderse cobijar.

lunes, 7 de julio de 2014


Llega rasante la enfermedad alegría.
Teme el ocaso por no poder ver
las tremendas secuelas que va a dejar.

Metamorfosis



La fea larva cambia: metamorfosis.
Bese el sol la pradera
plagada de verdes enredaderas.
Un haz de luz deja ver
a una bella mariposa
vestida de miles de atardeceres.

domingo, 6 de julio de 2014

Historia de un don nadie (2/2)

En el traqueteo del tren rojo con el logotipo de la empresa en la cara derecha ( Fortaleza) , fue perdiendo tantos sentimientos que sólo notó la pérdida de los más utilizados; se sentó en la esquina del tren y dedicó el trayecto a intentar olvidar lo vivido, lo perdido, lo existido ... y a entablar conversación con su amiga de la infancia, cuyo nombre casi olvida en distintas etapas de su vida. 

Se llamaba Felicidad , era una pequeña mueca en el rostro que consiguió permanecer, al principio tenuemente y al llegar a la parada se tornó en rasgos más exagerados.

Se encontraba a pocos kilómetros de su destino y , de repente, como el aleteo de una tórtola escapando , apareció su amor, no le hizo falta nada más que ver un instante sus ojos pardos y sus labios rojos para que todo lo existido se difuminara entre hormonas alborotadas y suspiros.

La ardua tarea de conocerla no le llevó más de un segundo, que fue el tiempo que tardó en fundir sus ojos verdes con aquella majestuosa estepa marrón formando una pradera idílica. 

Ella por su parte aceptó la petición de unión eterna, amor, como si el fin de todo lo putrido viniera por aquel hecho, y así fue. Ambos felices, enamorados y en perfecta armonía comenzaron un nuevo camino que se alejaba tanto de aquella meseta como de aquel rincón del mundo.

Historia de un don nadie. (1/2)

Era un hombre alto, tanto que rozaba las estrellas, el que circulaba por el callejón de los sentidos. Experimentaba miedo, melancolía y tristeza a cada paso dado. Su misión era encontrar la senda de la felicidad, aquella meseta del sur en cuyos prados siempre hay una hierva verde y luce un sol radiante que acariciaba suavemente las copas y gran parte del tronco de los árboles en un laguito apiñados.

Había pactado con su pasado no volverse a ver y así lo estaba cumpliendo. Vivía en el segundo piso del primer edificio del rincón de los sentidos. Repentinamente se levantó , cansado de sufrir esos sentimientos, cogió algunos objetos ( ropa, dinero, móvil...) y los metió en un pequeño maletín.

Eran las  melancolía y medio miedo cuando salió por la puerta, una pequeña puerta gris desgastada con el tiempo, sin destino alguno se decidió ir hacia el sur. A cada paso que daba  millones de los sentimientos más macabros que existen le impregnaban sus mangas de negra lana. Comenzó a llover y caía nihilismo a chorros, exhausto siguió su camino hacia la estación de tren que le llevaría a su nuevo destino.

sábado, 5 de julio de 2014

El pequeño diente de león.

Un diente de león, posado sobre el verde césped, saluda a un nuevo día y este le responde con tristeza y melancolía.

-¿Qué te pasa dulce Sol?, dijo el diente.

-No pude ver a mi amiga Luna y su hijo sigue aquí conmigo (cerró sus ojos levemente).

-No te preocupes, como me he de quedar aquí hasta que mis pequeños vuelen te conseguiré una cita con Luna.

-Muchas gracias pequeño diente.

Esperó, esperó y esperó el solitario dientecito la llegada del claro de luna. Llegó el claro de luna sin más fortuna que ese amanecer triste.

Luna también lloraba. Su niño se perdió en la madrugada, junto a Sol se encontraba el Hijo de la Luna, que esperaba cegado el sosegado amor de su curvada madre.

-Luna, Luna, ¿me escuchas?, dijo el minúsculo diente.

Entre sollozos y quejidos Luna balbuceó un tímido “sí”. Silbaba el viento, sin remordimiento por ver sufrir a su hermana Luna.

-Luna, no te preocupes, Sol tiene a tu hijo bajo su protección. Me ha dicho que te quiere ver.

-Dile que lo veré muy pronto. Pequeño diente guarda a mi hijo en tu regazo y si Sol lo consiente, entonces lo veré.

A la mañana siguiente, Sol despierta vagamente con el Hijo de la luna junto a él. El pequeño no dejaba de llorar, tanto lloraba que provocó un nubarrón gris y comenzó a llover. Los pequeños pétalos anaranjados del diente sufrieron una lluvia torrencial que no se detuvo hasta tres días después. Todo estaba tranquilo y al fin, el pequeño diente se dirigió a hablar con Sol.

- Luna me dijo que quería a su niño.

-Que se reúna conmigo, cuando lo haga se lo entregaré (dijo con cara cansada).

-Solo vendrá si lo dejas en mi regazo, explicó el dientecito.

-De acuerdo, pero a cabio quiero una hora más de mi presencia en este minúsculo planeta, enunció Sol.
Y pasaron los días en ese minúsculo prado de este minúsculo planeta. Cayó la noche; sollozaba Luna.

-¿Dónde estabas?,! Mi pequeño, está ahí ¡,exclamó una feliz luna.

-Sol…

-Sí, lo veré en unos días, dijo rápidamente una ilusionada madre.

-Además de eso te pide que le des una hora más del día.

-Dile que se la quede, pero que ya me la devolverá (besó a su pequeño).

El siguiente amanecer cubrió de una luz ámbar las semillas, ya blancas, del pequeño diente. Los pájaros piaban sin cesar con una armonía descomunal. Antes de pronunciar una sola palabra, Sol vio a Luna, una tenue sombra en el cielo azul, vestida de un gris azulado como los tonos de un pequeño escarabajo.

Mientras hablaban se lamentaban por no poder verse un poco más a menudo. Ambos se unieron en un lento beso; eran marido y mujer desde que tras conocerse el destino los unió. Tanto lío de enamorados para eso.

Mientras tanto el diente de león se preparaba para ver a sus preciosos niños volar, sin necesidad de recibir la gratitud de ninguno de los dos, cuando de pronto,  un humano egocéntrico y enamorado lo arrancó de cuajo para ofrecérselo como obsequio a su amada. El pequeño diente murió en el acto. La chica, tan femenina como asombrada, comenzó a soplar y las pequeñas semillas, que parecían minúsculos paraguas, comenzaron a volar. Los pequeños, volaron y volaron hasta llegar a nuevos prados alejados de tanto tumulto. Los amantes se marcharon dejando tras de sí un rastro de muerte y vida que siempre será recordado por aquel prado y sus habitantes.

Al enterarse de aquella tragedia, Sol y Luna decidieron no alumbrar más a aquella temible raza. Unos meses después, al recordar al pequeño diente y lo que fue, volvieron a dejar unos destellos de luz a aquellas miserables criaturas.

Debéis saber que cuando Sol y Luna se entristecen por la pérdida de su gran amigo, cae sobre la tierra una oscuridad inmensa durante un leve instante de tiempo para que el ser humano no olvide que gracias al Sol, la Luna y seres como ese pequeño diente de león la humanidad sigue existiendo con algo por lo que existir.
Pajaro-en-cable
Llora el gorrión,
triste se encuentra
al escuchar una canción
que a su amada recuerda.

Resquicio del pasado 1


Llega llorando en ocaso, 
no quiere que el día termine
ni que el sol le deje
desamparado,
como perro sin amo
vagando entre callejuelas,
desafortunado
que busca un alma 
gemela,
para darle sentido a una vida sin amo,
una que no merece la pena.

viernes, 4 de julio de 2014




Todo faltaba,
la nada se hizo,
Apareciste
y mi alma perdida
te divisó.
Tú, mi todo;
yo tu nada.