domingo, 6 de julio de 2014

Historia de un don nadie (2/2)

En el traqueteo del tren rojo con el logotipo de la empresa en la cara derecha ( Fortaleza) , fue perdiendo tantos sentimientos que sólo notó la pérdida de los más utilizados; se sentó en la esquina del tren y dedicó el trayecto a intentar olvidar lo vivido, lo perdido, lo existido ... y a entablar conversación con su amiga de la infancia, cuyo nombre casi olvida en distintas etapas de su vida. 

Se llamaba Felicidad , era una pequeña mueca en el rostro que consiguió permanecer, al principio tenuemente y al llegar a la parada se tornó en rasgos más exagerados.

Se encontraba a pocos kilómetros de su destino y , de repente, como el aleteo de una tórtola escapando , apareció su amor, no le hizo falta nada más que ver un instante sus ojos pardos y sus labios rojos para que todo lo existido se difuminara entre hormonas alborotadas y suspiros.

La ardua tarea de conocerla no le llevó más de un segundo, que fue el tiempo que tardó en fundir sus ojos verdes con aquella majestuosa estepa marrón formando una pradera idílica. 

Ella por su parte aceptó la petición de unión eterna, amor, como si el fin de todo lo putrido viniera por aquel hecho, y así fue. Ambos felices, enamorados y en perfecta armonía comenzaron un nuevo camino que se alejaba tanto de aquella meseta como de aquel rincón del mundo.

3 comentarios:

  1. Supongo que para algunos es bonito, pero para mí es demasiado cursi.
    Ya me conoces u.u

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  2. En el próximo reduciré la cursilería , como el fuego reduce al alcohol. XD

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Muchas gracias por comentar, vuelve pronto ;)